La semana pasada tuvimos la oportunidad de conocer la Viña Santa Rita. Nos habían contado que era linda, pero no me imaginaba cuánto! Tiene las casonas mas lindas, un museo y un parque inmenso que corta la respiración. Además está en Alto Jahuel (Buin), a apenas 45 minutos en auto desde Santiago. Acá les muestro un poco.
Hicimos el tour clásico, que comenzó en el jardín de varietales y los viñedos. Continuamos por el proceso productivo, conociendo las bodegas de vinificación, guarda y planta de embotellamiento. El recorrido finaliza con una degustación de vinos Reserva.
Venir a esta Viña no es sólo un paseo gourmet. Es un recorrido por la historia de Chile y su vitivinicultura. El Museo Andino, por un lado, tiene dos grandes salas de exhibición con piezas de arte precolombino. Ahí no está permitido sacar fotos, pero la verdad es que todo el lugar se parece bastante a un museo. En distintos sitios se puede ver maquinaria antigua, y en la cafetería se conserva un tren (impecable) que solía transportar a los trabajadores a los viñedos. Además, durante el recorrido se visitan bodegas tan antiguas que hoy son Monumento Nacional y se repasa la estrecha vinculación que esta estancia tuvo con la historia del país.
¿Y cuando terminamos con el asunto de los vinos? Todavía queda muchísimo para ver y disfrutar! Nosotros hicimos la experiencia de Picnic: nos entregaron una canasta con productos gourmet, vinos Reserva Santa Rita, manta, reposeras, y nos abrieron la reja hacia el parque. ¡O las puertas del paraíso! No puedo describir lo lindo que es ese jardín.
Nos instalamos a la sombra de un enorme alcornoque para comer y descansar. Después me fui a pasear por el parque, que es inmenso, tan inmenso que no terminé de recorrerlo. Grandes extensiones de pasto, arboledas, lagunas, flores, senderos y jardines de estilo francés intercalados con zonas más agrestes. Vi un huerto de naranjos, fuentes, estatuas y cisnes de cuello negro. Hasta hay baños romanos!
En medio de este parque está el Hotel Casa Real, una casona soñada, y a su lado una capilla neogótica impresionante.
La viña también tiene un restaurant muy bueno, el Doña Paula, varias opciones de tours, y una propuesta de recorrido en bicicleta que me pareció super interesante. No teníamos tiempo para las bicis ese día, pero debe ser muy divertido!
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