El libro que estoy leyendo, El camino del artista, de Julia Cameron, propone que cada semana tengamos una "cita con el artista". El artista es ese niño artista que tenemos adentro y que por distintas razones está bloqueado. Una vez por semana hay que sacarlo a pasear u organizarle una actividad, darle un gusto, pasar tiempo de calidad con él.
Para nuestra primera cita, le compré a mini Vicky artista unas bolsitas de papel picado, y jugamos a tirarlo por todos lados, nos pegoteamos los dedos, arruinamos un Moleskine, soplamos, hicimos lluvia de color, y perdimos así toda la tarde. Obvio que nos sacamos muchas fotos en el proceso.
Finalmente lo guardamos para atesorarlo, mirarlo y mirarlo, como me sugirieron en instagram Nadia y Lía, víctimas incurables de este mal conocido como papirodependencia (adicción al papel).