Si algo nos enseñó la película "Medianoche en Paris" es que sí, se puede viajar en el tiempo. En Santiago hay una peluquería donde uno atraviesa el umbral y se descubre, como Gil, caminando por la Belle Époque, quizás rumbo a una tertulia o el teatro. Y es que esto también es francés: la Peluquería Francesa se fundó en el año 1868, a cargo de tres maestros peluqueros franceses. Funcionaba en un local de la calle Santo Domingo, atendiendo al personal del consulado y a distinguidos vecinos del barrio Yungay, que por entonces era muy elegante.
Dos veces cambió de local, pero en 1925 se instaló en su ubicación actual (Compañia de Jesus esquina Libertad) y parece que nada ha cambiado. Los secadores de pelo, pavas eléctricas y terminales "posnet" pasan casi desapercibidos en este hermoso caos de reliquias. El local todavía funciona normalmente, cualquiera puede ir a hacerse un corte de pelo o afeitarse a la navaja por $7000 (casi 10 dólares).
Cristián Lavaud, descendiente de los fundadores, tuvo la idea de abrir junto a la peluquería un restaurant, que es a la vez museo y anticuario. Todos los muebles del Boulevard Lavaud están a la venta, recorrerlo es una maravilla, y la comida es exquisita.
Yo fui a almorzar con mi amiga Anto y quedamos enloquecidas con el lugar! Un mediodía de semana está muy tranquilo. Para ir a la noche o en fin de semana recomiendo llamar y reservar (info en la página del restaurant: www.boulevardlavaud.cl).
Con todo esto, esta esquina se convirtió en un hito dentro del Barrio Patimonial Yungay, una zona que ha comenzado hace poco a recuperarse de la decadencia en que la dejó el paso del tiempo. Es un barrio muy interesante para conocer, posiblemente pronto escriba un post sobre él.
Les dejo más fotos de la peluquería y un dato de color para turistas: nos dejaron entrar y sacar todas las fotos que quisiéramos.
Muchas gracias por leerme y ojalá se inspiren para pasear por esta zona, cargada de historia y un poco de nostalgia.
Au revoir.
C'est fini.
Merci.