El miércoles, por el día de la primavera, El Ingeniero me trajo una planta de begonias. El sábado me pareció que ella y el resto de la población vegetal de esta casa se merecían algo de atención. Así fue que me dediqué un rato a la jardinería, rubro en el cual soy 100% inútil.
Mudé la begonia a una maceta más cómoda, y aprendí que:
1- A las plantas de interior conviene ponerlas en resaca, no en tierra. ¿Será por eso que se me morían hasta los potus, que son inmortales?
2- En el fondo de la maceta se pone una base de piedras, y encima la resaca.
3- El agujerito del fondo de las macetas está por algo, no es que lo tienen que hacer para hornear la maceta o algo por el estilo, como yo llegué a creer en un momento. O sea, no lo tapes.
¡Gracias señor que atiende el vivero por ilustrarme!
¡Es muy linda! Después la probé en todos los rincones de la casa, sin poder decidirme a dónde queda mejor. Por ahora la dejé en el hall, y mi casita está lo más contenta. Y yo también :)
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