Como el mar, azul

En esta familia lo re bancamos a Cristian Castro, y ahora cantamos "¡Azul! Es que este amor es azul, como la casa, azul!".

Durante el fin de semana largo de septiembre, nos dedicamos a pintar el frente de la casa. Alguien que me lea desde el principio del blog, se acordará de este post en que estaba muy emocionada porque habíamos elegido el color. La terraza la pintamos en seguida, pero para el frente nos tomamos bastante más tiempo.

Ahora así, acá está: descocada y atrevida. La casa azul.

Ya les había contado qué me inspiró para pintar de este color: la casa de Frida Kalho y Diego Rivera, en México, que ni bien la vi (en fotos) me enamoré. Bueno, mi casita no se le parece, es bastante más sencilla, pero pintada así, es querible, ¿no?

Las plantitas de la ventana las elegí para que contrastaran bien. Había plantado muchas, pero ahora son una lágrima, ¿saben por qué? Porque me las roban. ¿Pueden creerlo? Yo no, estoy indignada! Y me cuesta entenderlo, porque son alegrías del hogar, que salen dos mangos, y porque el vecino de enfrente tiene un montón de flores que nadie le rompe ni nada. Non capisco. Pero no me van a vencer, voy a seguir poniendo y reproduciéndolas a partir de gajitos hasta que el cantero sea una selva. 

A pesar del detalle de las flores, estoy feliz con la casita. Me encanta poder decir, cuando le doy indicaciones a alguien para llegar, "es una casa azul". 

¿Qué les parece? ¿Ustedes, quienes no viven en departamentos, de qué color pintaron el frente de su casa? ¿Van por lo clásico o prefieren algo más... escandaloso?

Después de este shock de color, me despido. Gracias por pasar! nos seguimos leyendo. Vicky