FENG SHUI para principiantes - Parte II

- Por Sole

(¿Te perdiste la parte 1 de "Feng Shui para principiantes"? Leela ACÁ)

¿No les pasa que aunque tienen un escritorio, prefieren usar la mesa del comedor para trabajar?

¿O que sus hijos prefieren jugar o hacer los deberes en un lugar distinto al que les armaron para eso?

¿O, incluso, que sus mascotas no respetan los lugares que les destinaron y elijen otros para echarse a descansar?

Bueno, no hay nada irracional en esto, ni nada personal de sus hijos o mascotas contra ustedes. Es instintivo que en algunos lugares nos sintamos más seguros y protegidos, menos amenazados o expuestos, más acompañados, más felices. En esos lugares podemos concentrarnos mejor, relajarnos más, sentirnos mejor.

¿Por qué digo instintivo? Porque el primer gran instinto de todos los animales, el famoso “instinto de supervivencia” no está apagado todo el año y sólo surge momentáneamente cuando nuestra vida corre peligro y se vuelve a ir una vez que estamos a salvo. El instinto de supervivencia es el principal responsable de la mayoría de las veces en que nos sentimos incómodos. Nos pone incómodos sentirnos expuestos, nos pone incómodos sentirnos agredidos, nos pone incómodos sentirnos inseguros. Porque muy adentro nuestro, nuestra naturaleza más básica se pone en alerta. Estar constantemente alertas nos provoca stress, y el stress nos impide relajarnos.

En los ambientes en los que vivimos o trabajamos puede haber muchas cosas que pongan nuestra naturaleza en alerta y vale la pena identificarlas. Hay dos principios básicos del Feng Shui que nos pueden ayudar. 

Este es un ambiente de mi casa que modifiqué a partir de mi conocimiento de Feng Shui. Los cuatro principios básicos del Feng Shui me ayudaron a disponer los muebles y objetos de una forma que nos da más comodidad, más placer, y nos hace querer pasar más tiempo en este espacio.

Principio I: Proteger la espalda. Todos alguna vez reconocemos que nos resulta más cómodo sentarnos de espaldas a la pared, en sillones con apoyabrazos, con vista del resto del ambiente o con la puerta bajo nuestro dominio. A nadie le gusta sentir que lo pueden sorprender desde atrás, o que las cosas pasan a sus espaldas. Bueno, todo esto de buscar “sentirse cómodo” no es más que el resultado de tener en cuenta un instinto natural de casi todos los animales. Lo que pasa cuando estamos en espacios que desconocen este principio es que nos sentimos más vulnerables, expuestos, y somos menos capaces de relajarnos. Si se trata de un ambiente para sociabilizar, pensemos que la gente que puede relajarse se distiende más, se divierte más, la pasa mejor. Si se trata de un ambiente de trabajo, aliviar el estado de alerta nos permite concentrarnos mejor en nuestras tareas y nos hace más productivos.

En mi caso, basta mirar cómo se acomoda Moncho, mi perro, para dormir. Siempre la espalda pegada a la pared, siempre en un ángulo que le permita ver quién entra a la casa. Feng Shui puro. ¡Y pensar que alguna vez yo pretendí que cambiara de hábito, porque me ensuciaba las paredes! Sin saberlo me estaba poniendo en contra, ni más ni menos, que de su instinto más primitivo. Perdón Moncho, no lo volveré a hacer.

Principio II: Minimizar las puntas. Aparentemente, tenemos un instinto que nos pone a la defensiva ante objetos puntiagudos, ángulos y esquinas. Estos elementos, en un nivel en el que no somos conscientes, nos transmiten que alguien nos está atacando. Como todo instinto, es algo que no controlamos plenamente, pero si lo desconocemos y no le damos importancia, puede provocarnos irritación, stress y agresividad.

Estos son los dos primeros principios del Feng Shui, y hay mucho que podemos hacer para tenerlos en cuenta en nuestros ambientes. Para el Principio I, por ejemplo, podemos buscar posiciones de los muebles que nos den la tranquilidad, a nosotros y a nuestros invitados, de tener la espalda protegida y de poder ver la entrada del cuarto desde donde estamos sentados. Especialmente para los ambientes de trabajo, existe en Feng Shui algo que se conoce como la “posición de comando”. Básicamente, es una posición desde la cual la persona tiene clara visión del ambiente y de la puerta. De esta manera no hay posibilidad de que alguien lo sorprenda y esto le permite relajar su instinto de supervivencia y concentrarse mejor en sus tareas.

En mi casa la posición de comando no es posible porque el escritorio está en un cuarto que cumple otras funciones. Sin embargo, con este principio en mente, encontré una ubicación para trabajar en mi escritorio que me permite ver quién entra al cuarto, lo cual es muy cómodo y relajante.

Para respetar el Principio II, podemos tratar de elegir muebles más redondeados que angulosos, disimular las esquinas atravesando muebles o poniendo plantas, no poner plantas con hojas puntiagudas o espinas, etc. La idea es evitar o minimizar las puntas ya sea en nuestros muebles como en otros objetos, y aun en la arquitectura. Los que tenemos chicos ya hemos hecho el ejercicio de minimizar puntas en nuestros muebles, y somos más sensibles a lo anguloso, aun en lugares a los que vamos sin chicos. No es casualidad que un ambiente con formas más redondeadas se siente más cálido, más adecuado para el descanso.

Los muebles con puntas redondeadas, las formas redondas en general, las plantas que tienen hojas no puntiagudas ni espinosas, todos contribuyen al segundo principio del Feng Shui.

Hasta aquí lo que les quería contar hoy de este método de Feng Shui con sentido común, que aprendí leyendo el libro de Cathleen McCandless. Sé que hay mitos de Feng Shui por todos lados (las bolitas de vidrio y otros talismanes) y muchas cosas que se proponen sin explicación y sin sentido aparente. Por eso quise ir al fondo de la cuestión y explicar la conexión del Feng Shui con el conocimiento profundo del hombre, como para que las recomendaciones del Feng Shui en la decoración no parezcan caprichos. Ojalá se animen a poner en práctica algunos de los consejos y puedan disfrutar los cambios.

En un próximo capítulo, si todavía queda algún interesado, me gustaría hablar de los otros dos principios del Feng Shui que mencioné en mi primer post: incorporar elementos de la naturaleza y equilibrar extremos. Espero no haberlos aburrido mucho. ¡Hasta el próximo post!

Sole

(Estoy de vacaciones en lo de Sole y ella postea por las dos. Qué capacidad la suya! Qué comodidad la mía! Prometo volver a escribir en unos días; les tenemos que mostrar fotos que sacamos en algunos lugares de decoración por acá que son increíbles! Besos! Vicky)